22 de febrero de 2011

Tintaviva y Poekas en armonía


La velada poética de ayer resultó más que grata. May, como presentadora, nos contó muy bien la trayectoria de POEKAS. Elena desgranó una muestra muy interesante de poetas, representantes de esta tertulia que coordina: José Antonio Sánchez, símbolo del poeta obrero, Ernesto López, dramaturgo y activista cultural, Rosa Casquero puso voz a poemas de Alfonsina Storni y Ángel González, Mikel Méndez, revelación de poeta callejero, Miguel Pastrana, trabajador incansable de la cultura en el Ateneo de Madrid y Osgmande Lescayllers (Mandy) escritor universal, de generosidad abrumadora.

El guitarrista, Jorge García Castillo, acompañó con sus genuinos acordes los poemas.

TINTAVIVA
acogía con calor humano a PoeKas esta
tarde lucida de Febrero y ambos grupos sintieron la fusión de inquietudes: entregar poesía sin medida, embaucar a los escuchadores de poemas del saloncito de la Asociación Cultural de Telefónica de Madrid, rompiendo la monotomía de una tarde de lunes.

9 de febrero de 2011

TINTAVIVA invita a POEKAS

Todo a punto para corresponder a la invitación que este Grupo Literario nos ha hecho en el escenario acogedor de su salón de actos, el próximo lunes.
Como novedad, tendremos la gran suerte de contar con Jorge García Castillo para colorear de acordes nuestros poemas.

El día 21 de Febrero, lunes, recital de PoeKas en TINTAVIVA a las 18:30 horas
Plaza Cristino Martos, 1 (esquina a c/ Conde Duque, metro Plaza España)
Sede de la Cultural Telefónica de Madrid

2 de febrero de 2011

Ángel Guinda estuvo "Espectral"

Para los que os lo perdisteis o queréis repetir, tendremos ocasión de escuchar a Ángel Guinda el día 10 de febrero a las 19:30 h. en la TERTULIA ARCO POÉTICO, Biblioteca Pública de Retiro, calle Doctor Esquerdo, 189, presentado por Pepa Nieto.

Asciendo la escalera de cine del SGAE con la cúpula multicolor por cielo y aunque no ha comenzado el acto, hay que esperar fila para entrar. La sala completamente llena, muchas personas buscando asiento y un deambular de fotógrafos rastreando ese rincón donde cargar sus armas para recoger huellas visuales. Encuentro una butaca lateral libre y me instalo para recibir del poeta elegido, su bendición.
Ángel Guinda, para comenzar, le presta sus palabras escritas a otras voces. Actrices, poetas amigos y un actor que golpea los golpes de la muerte con la potencia de un Rabal. Liberto nos emociona, recordándonos a su abuelo.
Después, el propio poeta nos presenta a su último hijo literario. Le califica como un poema de prosa fragmentada, el cual parió de golpe, de una asentada, poseido por todos sus fantasmas. Representa, pues, un catálogo de sus obsesiones, un testamento de lo que ha vivido. Porque Ángel Guinda escribe como vive y esta esencia de libro recoge todos sus tesoros. Con su acertado y bello uso del lenguaje, nos invita a volar por un espectral paisaje de imágenes precisas, subrealistas, pero acertadas para comprender toda la urdimbre humana: la negación de la muerte, los temores al olvido, la necesidad de afecto, los silencios llenos de voces, todo lo que al ser humano le mata, haciéndole sobrevivir.
Su poesía, independientemente de cómo nos la denomine, o cómo la estructure, nos hizo a los presentes sobrevivir y dormir esa noche primera de febrero con la calma de haber recibido un regalo de los dioses.