23 de diciembre de 2011

Se puede alcanzar la luna


PoeKas se despide del año 11 para recibir al nuevo en una Tertulia Especial, mañana martes, 27 de diciembre en el aula azul del Centro Cultural Paco Rabal.
Brindaremos por la Poesía que nos une para continuar creándole su espacio en nuestro barrio y en nuestras vidas.

Os esperamos a todos los amigos que nos seguís y a los que quieran conocernos, las puertas de la Tertulia PoeKas siempre están abiertas.

...aunque no nos toque la lotería, que nos toque la salud
y no dejemos nunca de soñar.
Y de amar

9 de diciembre de 2011

La memoria cifrada de Mandy y otros aromas isleños de Cuba

Una tarde doblemente festiva, dedicada a título casi familiar al público que no escaseó, a pesar del puente- autovía de estas fechas, del frío y de la niebla que caía sobre la noche. Ningún elemento adverso nos evitó poder disfrutar del encanto entrañable y certero de esta persona amplía en su vida y en su obra.

Elena afirmó sobre él: la Poesía de Ogsmande Lescayllers es la dieta perfecta para saciar el hambre de verdades que tiene la humanidad. Y el poeta entregó todo su amor a la Palabra, al aire acogedor que respiramos juntos, impregnándolo de sabores del otro lado del océano. Nos invitó a caminar sobre el hilo largo que une la islita pequeña del aula del Paco Rabal con la isla grande de su corazón, de todo su pueblo.

Los que nos quedamos a la caña, todavía seguimos recitando sus poemas y los que habíamos preparado para Mandy, brindando por el nuevo destino elegido, Bayamo, su ciudad que siempre le ha esperado y donde pensamos ir a visitarle.

Mi último lugar es una estrella
Así reza mi horóscopo, del cual no soy el dueño

4 de diciembre de 2011

En el Instituto Principe Felipe Celaya lució su poesía


Seguro que Gabriel Celaya hubiese querido estar entre los jóvenes estudiantes que muy interesados esperaban las palabras de PoeKas, con sus sonrisas, con su atención centrada en el grupo invitado a compartir con ellos, a través de verso, el espíritu de un gran poeta nacido hace cien años, pero cuyo mensaje es tan actual como cercano.
También los profesores, Virginia, entre ellos, que nos ofreció una visión previa de la vida de Celaya; los padres, Esther, una madre ideóloga de este proyecto, que presentó al grupo PoeKas, formaron parte de este encuentro, entre silencios y aplausos.
Siete poetas propagaron los versos de Celaya con una puntilla de obra propia al final, cada uno destacando una parte del carácter, de la personalidad del poeta homenajeado. Un fondo de guitarra en las manos artísticas de Jorge adornó de música los poemas.
El montaje audio-visual, preparado por José Antonio, despidió el acto con la interpretación del poema "La poesía es un arma cargada de futuro" en la voz de Paco Ibánez.

Nino me manda un Poemaka


Nino me manda un Poemaka
y en mi vida me he visto en tal aprieto: lo publico.

Yo también tengo sueños.

Sueño que un tetris multirracial
rellena el somormujo de la hiedra,
que es posible cambiar por boato
los bolsillos,
que Isel ya no espera
que te espera,
que no hay jeroglíficos
en las decisiones,
que el mar huele a mar
y los ricos han venido
a coger
las aceitunas.

Tengo sueño en los sueños.

Sueño que sueño que al fin
hemos matado
al mayor pacifista
del mundo,
que la gente
se ha pasado
los boletos
por la
gónada,
que sonríen
los críos
en Irak.

Claro que sueño claro.

Sueño que la desaforada cumbre del templo
tiene un ronquido exacerbado,
que a los amos el cerebro se les
llena de aerosol,
que hay una idea
tan absolutamente
brillante
que nos iremos
a cantar
serenatas.

Y que en los ríos no hay yemas de soldados,
y que he sabido recopilar los alientos
que han hecho que sueñe que sueño
sandías en la barriga de los tacones.

Pues claro que sueño
claras las claras del
ojo
del hombre
ciego.
Pues
claro.

Sueño que Isel se enfada
y me habla de tú,
que el mundo se enfada
y me habla de tú,
que hay una luz todavía,
que qué más da la sinapsis
si Isel me ha mordido los letreros
y cada día
se parece más
a la orquídea
donde se balancea
el terrorismo.

También sueño
que me ensaño
con las palabras
hasta sacarles
la mandarina
y que me arruina
la verdad.

Yo también tengo sueños,
¿y tú,
y vos,
y usted?