Elena afirmó sobre él: la Poesía de Ogsmande Lescayllers es la dieta perfecta para saciar el hambre de verdades que tiene la humanidad. Y el poeta entregó todo su amor a la Palabra, al aire acogedor que respiramos juntos, impregnándolo de sabores del otro lado del océano. Nos invitó a caminar sobre el hilo largo que une la islita pequeña del aula del Paco Rabal con la isla grande de su corazón, de todo su pueblo.
Los que nos quedamos a la caña, todavía seguimos recitando sus poemas y los que habíamos preparado para Mandy, brindando por el nuevo destino elegido, Bayamo, su ciudad que siempre le ha esperado y donde pensamos ir a visitarle.
Mi último lugar es una estrella
Así reza mi horóscopo, del cual no soy el dueño
Así reza mi horóscopo, del cual no soy el dueño
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