Fue muy bonita la tarde que pasamos con los niños de la Fundación
BALIA, compartimos con ellos, versos, juegos, historias, cuentos y hasta una
Nana.
Comenzó la tarde Maribel, con su amigo LEO, un muñeco de cartón
empeñado en que los niños leyesen y con la sugerente historia de un papel
arrugado y tirado en el suelo. Julián compartió con ellos unos bellos
“micro-poemas” y un dulce poema dedicado a su esposa. Más tarde el cuento de
Una Estrella Solitaria, hipnotizó a los niños con sus imágenes y la dulce voz
de una cuenta cuentos novata, Beatriz. Proseguimos con una apacible Nana a
manos de Elena, que complementó con juegos de Haikus, con los que aprendimos a
contar silabas y crear poemas. Concha nos recitó un poema dedicado a Kevin y a
María dos grandes amigos.
Para finalizar, y ya con la hora pegada a los talones, José Antonio nos recitó unos versos y consiguió que algunos niños se atreviesen a imitarle, acercándose al escenario.
Así, pusimos punto y final, a una fría tarde de Enero caldeada con
poesía y cuentos, que prometimos repetir para estos niños.Para finalizar, y ya con la hora pegada a los talones, José Antonio nos recitó unos versos y consiguió que algunos niños se atreviesen a imitarle, acercándose al escenario.
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