Era un reto importante para PoeKas hacer esta visita, ya que una de las receptoras de los poemas era, es una mujer especial, madre de una de nuestras poetas y además diagnóstica de alzheimer desde hace siete años.
Nos miraba sorprendida, todos a su alrededor con las manos llenas de poemas para ella. No puede poner el nombre a sus hijas, tal vez ni a su hermana, Eusebia, que también estaba presente, pero captó la sensibilidad de esta visita dedicada con el corazón para ella.
|
Beatriz Jiménez, muy expresiva le leyó varios poemas de Gloria Fuertes |
Escuchó, siempre dentro del silencio que la suele acompañar, y participó, aplaudió al final de los poemas. Terminó los versos de
El león travieso que recitaba ella a sus hijas cuando eran pequeñas y se sintió feliz de que todos la aplaudieran. Reconoció al Antonio Machín que puso música al amor de su vida, para ella no perdido, y hasta entonó uno de los boleros que había bailado junto a él, tal vez hasta llorado.
La POESÍA fue una medicina sana para los dulces sueños de María, que esa noche pasó prendida de la mano de su hija.
|
Para llevarnos aun mejor sabor, una empanada cocinada por Estela,
cuidadora de María, nos llevamos de despedida |
1 comentario:
Una tarde muy especial y emotiva. Y llena de ternura y sensibilidad a flor de piel. Estos momentos hacen grandes a las personas y demuestran que en las miradas, aunque sean silenciosas, también bulle la poesía. Me sentí muy orgullosa de colaborar con mis compañeros en esta inolvidable visita.
Publicar un comentario