El
ciclo “A Vallecas en Verso”, organizado por la Asociación PoeKas en el C.C.
Paco Rabal, invitó en esta ocasión a Manuel Rico, destacado escritor, poeta y
crítico literario. Su vinculación con el barrio y, en especial, con Vallecas
Calle del Libro, y su indudable compromiso político por la libertad y la
justicia social, le declaran como un trabajador incansable más allá del verso y
la palabra.
Caballero
Bonald calificó la poesía de Manuel como “meditabunda, reflexiva y eficiente,
de manifiesta proximidad con la historia vivida o que estamos viviendo”. El
pasado 12 de abril pudimos comprobarlo. Un
extraño viajero nos fue narrando sus nostalgias, sus experiencias, sus Vuelos deliberados. El muro transparente
dejó pasar la Quebrada luz de sus
vivencias en la década de los noventa, a través de La densidad de los espejos. Viaje desde la intimidad con la
cercanía que deja la correspondencia de la poesía con la propia vida.
“El
escritor verdadero escribe contra la muerte, contra el paso del tiempo”, nos
dijo Rico. Ese tiempo que ha ido dejando huellas indelebles, intimistas y
trascendentes en la memoria poética de un autor que utiliza el lenguaje de
forma precisa y elegante. La naturaleza, los paisajes cotidianos, los recuerdos
familiares, los mundos subterráneos (donde
nunca hubo ángeles), el recuerdo con luna en el verano del 69, las veladas
poéticas en casa de Félix Grande, el olor a madera…
Crecí con esa luz de infancia y de madera.
Todavía conservo
la vieja librería. Al contemplarla
sorprendo a veces
la herida de un fulgor. Quizá se trate
del temblor de su mano, de la antigua destreza
que se impuso a la muerte y nos vigila.
(Del libro Quebrada luz. El Ferrol, 1996)
El tiempo, con la voz y el verbo de Manuel Rico, se nos
pasó como “las tardes de invierno, el dedal y la lana / y el azul de la tiza
que pintaba patrones”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario