Una poeta, periodista, escritora de todo lo que se proponga, mujer todo-terreno en lo emocional y lo profesional nos deslumbró otra vez con sus versos, el pasado 24 de Marzo en el Aula de Poesía de la Casa de Castilla La Mancha.
Difícil seleccionar palabras para resumir elogios a esta persona que dignifica la categoría de mujer, porque mi admiración hacia ella nace de una amistad antigua, de una unión literaria que provocó el nacimiento del grupo literario Tintaviva, el cual tiene su larga andadura gracias a la Cultural Telefónica de Madrid, que le da cobijo.
Carmen sigue escribiendo para que flote el poema entre la niebla de magia que envuelve los auditorios donde ella pisa, sigue luchando para mantener ese equilibrio entre su calidad en aumento y el buen humor de su estado, entre la tristeza de versos que presienten la muerte y la mofa al paso del tiempo. Nos trasmite con ironía todas esas secuelas que nos dejan derrotados fisicamente, en el poema que convirtió la despedida en un caudal de carcajadas sonoras.
Éste otro, de su poemario "Veintitrés formas de hacer el amor" , publicado con el nº 4 de la Colección Tintaviva de Poesía:
Cuando ama uno sólo
Tal vez en tu casa
entre las cortinas
encuentres un día
un alma dormida.
Ella estaba allí
mientras me tenías.
Que escena grotesca.
que cosa ridícula.
Un cuerpo desnudo,
un alma vestida
haciendo el amor
a una sóla línea.
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