28 de abril de 2010

Amaneció la luna detrás del Paco Rabal

Si, después de los poemas, nos esperaba la luna de abril. En el aire de la calle palpitaba el entusiasmo entre los poekas que se despedían o se decidían a tomar esa caña cotidiana en el bareto de la esquina. El camarero nos esperaba solo, pero brillante para darnos la novedad: los martes las cañas dobles a precio de las simples, solo los martes, los días que vamos los poekas a refrescar la garganta, después de los suspiros de versos que han naufragado por ella.

Unos veinte poemas sonaron en el aula, mientras nuestra mirada los seguía en el papel impreso. Una forma de interiorizarlos mejor, para después animarnos a opinar, a desentrañar mejor su sustancia, a descuartizarlos, pero con respeto, con amor.

Más proyectos en danza:
- Maribel que lidera una propuesta de actuación en la última semana de mayo, reflejo aquí del Encuentro Internacional de Poesía en la Habana.

- Mª Jesús, profesora del colegio que tenemos justo enfrente, al que le han llegado volando las notas de nuestros versos y entre los padres se ha despertado un interés por la poesía, por eso, nos propone cruzar la calle y dar un recital un lunes, antes de que acabe el curso.

- Isabel conoce a Ángeles García-Madrid, escritora, poeta y testigo vivo del horror de las cárceles franquistas de mujeres. Vive en Vallecas, cerca del Puente y nos planteamos lo ideal que sería traerla a una de nuestras tertulias o ofrecernos a visitarla.

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